¿Me puedes
explicar, Homero, por qué una mujer tan bella, maravillosa y estupenda, por
cuya bellezaaqueos y troyanos se
enzarzaron durante más de una década en una guerra, como todas las guerras,
trágica y absurda, no tiene una mayor presencia en tu poema? Entiendo
que la Ilíada es una obra que hay que entender en su contexto y sé que se trata
de una epopeya concebida para mayor gloria de dioses y héroes. Pero, hombre, aparte de
esa brevísima y plañidera intervención en la que Helena lamenta la pérdida de Héctor, podías haberle concedido algunas frases más con las cuales nos podría haber hablado algode sí misma, y no sólo de su cuñado. Nos podía haber hablado, por ejemplo, de lo que opinaba ella de todo el lío que se montó, en teoría, por su culpa. Vamos, que podrías haberla hecho un poco más
visible, digo.
En el tercer
mundo, pongamos por caso en el altiplano de un país andino, en una aldea de
una república subsahariana o en un recóndito poblado a los pies de la cordillera
del Himalaya, esta simple y solitaria pieza de plástico puede ser mucho más que
eso. Puede convertirse en cualquier cosa y mucho más, puede volverse una bota
de fútbol, un barco a vapor, el camión de Médicos sin Fronteras, un generador
eléctrico, una fábrica de harinas, una caja de lápices de colores, un avión de
suministros, una planta potabilizadora de agua, el palacio de un príncipe, el
podio de unos juegos olímpicos, una escuela, un teléfono móvil, una caja mágica capaz de convertir las piedras en chocolate y tantas cosas más. En el
primer mundo, en cambio, tengo la sensación de que sólo es una inútil pieza
de Lego que no sirve para nada.Como mucho, y siempre y cuando que se consiguiesenreunir algunas piezas más, serviría para construir un muro.
En la entrada
nº 291 (6 de junio del 2016), se daba cuenta de la historia de una sonrisa que
evitaba que un hombre solitario se tirase desde un quinto piso. No conozco a
ninguno de los dos protagonistas de aquella historia, pero el pasado fin de
semana, poniendo orden en mi archivo fotográfico me topé con esta imagen y no
sé muy bien por qué, pero se me antojó que la sonrisa salvadora bien podría parecerse
a ésta.