miércoles, 14 de diciembre de 2011

68. Abluciones

Este señor mayor acude todos los días a hacer sus abluciones en el mar Mediterráneo. Lo hace de mañana temprano, cuando los turistas bullangueros, parlanchines y estresados duermen todavía a pierna suelta y apuran un sueño recurrente en el que ganan un premio gordo en la Euromillones, reciben un aumento de sueldo o celebran un campeonato del Real Madrid. Al igual que hacen los gurús, anacoretas y demás devotos hindúes en el sagrado río Ganges, el anciano reza sus oraciones y realiza sus abluciones sumergido en el agua agradeciendo al sol y al mar los frutos recibidos. Quienes practican este ritual pagano son personas que ya tienen una edad, pues sólo ellos saben cómo era esta tierra antes del boom del turismo, primero y de la construcción, después. Son ellos los que saben valorar las bondades del dios sol y del dios mediterráneo y son también ellos los únicos individuos conscientes de lo que sucedería si estas dos deidades dejasen de proteger a los habitantes de esta tierra. Por ello son ellos también los más legitimados para lamentar y alertar del uso y abuso que la gran mayoría de los mortales hacemos de los regalos de los dioses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario