martes, 22 de enero de 2013

141. fotohaiku nº 12









cincuenta años
y el horizonte sigue
igual de lejos

140. Milagros

La integridad y empaque moral de las clases dirigentes en España ha ido degenerando durante estos años de bonanza económica hasta caer a niveles infames. Hay cientos de alcaldes y concejales en todo el territorio nacional imputados en todo tipo de escándalos, y presidentes de diputaciones provinciales que esperan turno para ser juzgados, tampoco se salvan los expresidentes de comunidades autónomas, alguno de ellos ya en prisión y otros absueltos de sus cargos de manera bochornosa. Da igual el puesto que ocupen, la institución para la que trabajen o el área geográfica en que residan: es obscenamente ingente el número de españoles y españolas que han actuado (y actúan) como miserables siguiendo el lema “esto pa mi, aquello también y los demás que se jodan” (una frase ésta última que llegó escucharse en mismísimo Congreso de los Diputados). Se trata de una corrupción apoyada y sustentada por banqueros y empresarios sin escrúpulos y cuyo reguero de mierda llega hasta los jardines de palacio. Y es que en España hace tiempo que no se conocen políticos de talla (los que podrían dar el nivel se ahogan entre tanta chusma y casi nunca llegan a ocupar puestos de relevancia). Ahora mismo la situación es especialmente grave: tenemos un presidente que canta mal y en playback y unos ministros palmeros que adopten la pose que adopten, siempre salen en las fotos con cara de sospechosos e impostores y su general incompetencia ha llevado en poco más de un año a que las injusticias sociales sean norma y estén amparadas por ley. Así, no es de extrañar que un día sí y otro también haya protestas, huelgas y manifestaciones por todo el país. En Compostela casi todas acaban con una concentración y la lectura de un manifiesto en la plaza del Obradoiro. La razón por la que el manifiesto es leído delante de la catedral y no a las puertas del Parlamento de Galicia es muy simple: hay más posibilidades de que nos escuche el Apóstol Santiago que nuestros actuales dirigentes.

139. fotohaiku nº 11













quizás un día
con más numen reescriba
este haiku

lunes, 21 de enero de 2013

138. El espejo de la verdad

Me molesta la gente que abusa del condicional simple, de los pronombres y de los adjetivos descalificativos; la que con pasión sólo sabe hablar de dinero; la que cuchichea en presencia de terceros; la que quiere aparentar lo que no es; la que busca impresionarte inventándose un pasado; la que, hables de lo que hables, siempre acaba refiriéndose a sí misma; la que cuando te cuenta un problema apela a tu compasión y nunca a tu juicio; la que intenta ocultar sus defectos disfrazándolos de virtudes; la que te pregunta qué tal estás, sólo para poder contarte lo bien que le va a ella; la que confunde derechos con privilegios; la que cree que el mundo está en deuda con ella; la que no disfruta los éxitos si no es humillando al fracasado; la gente desagradecida e insolidaria; la que tiene el odio por virtud, especialmente con todo aquello que no entiende; la que cree que la vida ya no tiene nada que enseñarle; la que busca constantemente errores ajenos con los que justificar los propios; la que quiere hacerte amigo y confidente confesándote sus vilezas; y la que se ofende por cualquier cosa. Por el contrario, me gustan las personas que llaman a las cosas por su nombre y te miran a los ojos cuando te hablan; las que escuchan y siempre intentan comprenderte antes que juzgarte; las que no necesitan mentirte para que las creas; las que no hablan todo el rato de sí mismas o de la vida privada de otros; las que no se creen el ombligo del mundo ni mejor que los demás; las personas desinteresadas y campechanas; las que siempre tienen un minuto para ti y las que nunca desaprovechan la ocasión de demostrarte su estima; y las que sonríen cada vez que te saludan.
Las personas que incluiríamos en el segundo grupo son menos, pero con su saber hacer y saber estar compensan con creces los malos ratos que nos hace pasar la gente del primero. Aunque, a decir verdad, también es cierto que todos tenemos algo de ambos perfiles y será la relación proporcional entre lo que tengamos de uno u otro lo que nos aportará o restará virtud, es decir, la mayor o menor nitidez con la que nos veamos reflejados en el espejo de la verdad.

137. Ciudades que hablan

Es cierto, hay ciudades que hablan. Son ciudades que mientras las recorres te van enviando mensajes como si estuvieses conectado a ellas por una especie de bluetooth. Paseas por sus calles y en todos los rincones escuchas la voz de un soportal, de un escaparate, de un porche, una ventana, una balconada, un vano, un banco, una escalinata, una cristalera, un portalón, un rótulo, una losa, un blasón, una farola, un reflejo o una sombra que quieren contarte algo. Esos mensajes entran por tus retinas y acaban encontrando su espacio en la tarjeta de memoria. Luego, cuando llegas a casa repasas las fotografías en la pantalla de la cámara como quien revisa los SMS en el teléfono móvil: unos mensajes los borras en seguida, otros los guardas; unos te agradan, te provocan una sonrisa, otros no te dicen nada; la mayoría te recuerdan cuáles son tus virtudes y cuáles tus carencias como fotógrafo, mas siempre hay un mensaje, singular, misterioso y sorprendente, que posee un timbre distinto y te descubre una nueva perspectiva de las cosas y por ello te obliga a acudir al mismo lugar y a la misma hora, para escuchar de nuevo la voz, esta vez con más calma, interés e ingenio. Entre todas las ciudades que hablan, Compostela posiblemente sea una de las que mejor se expresan. Además, como es una ciudad visitada desde hace siglos por peregrinos de medio mundo habla y entiende casi todos los idiomas.

lunes, 7 de enero de 2013

136. Afilador

Hace unos días me encontré a un afilador de los de antes ejerciendo su sano arte en un mercado de la comarca, y me produjo una gran alegría comprobar que aún quedan hombres que ejercen este oficio. Dicen los entendidos que el corte de unas tijeras afiladas por uno de estos afiladores iguala en perfección y efectividad al del bisturí de un cirujano. Es la de afilador una actividad profesional genuina, romántica y pintoresca con gran tradición en Galicia, muy especialmente en la provincia de Ourense, que lamentablemente está llamada a desaparecer (la profesión, no la provincia -ésta como mucho cambiará su nombre por el de Baltaria-). Estos artesanos solían ser con frecuencia profesionales ambulantes que llevaron su oficio a todos los rincones de la península anunciando su presencia con su típico chiflo (una especie de pequeña flauta de pan), un instrumento que producía un sonido tan característico que con sólo escucharlo una o dos veces ya pasaba a formar parte de tu memoria sonora. El afilador de la foto resultó ser, como no, oriundo de la provincia de Ourense, además de una persona muy agradable y de conversación amena. Convino conmigo en que el hecho de que tuviese bastante trabajo bien podría deberse a que, con tantos recortes que el gobierno está llevando a cabo, se le está dando un uso desaforado a las tijeras. Yo quise llevar la broma un poco más lejos y le apunté que al paso que llevan nuestros gobernantes habrá que ir pensando en afilar también los cuchillos y ahí el buen señor o bien no me entendió, o no quiso entenderme (esto entre gallegos nunca se sabe), pero en cualquier caso me despidió con una amable sonrisa.

135. fotohaiku nº 10









la cucharilla
escarba en el pasado
de los yogures

134. Sarcasmo

El sol se pone por última vez este año y son pocos los que despiden el 2012 con nostalgia. La mayoría lo hacemos con una mezcla de alivio e inquietud y llevamos ya unos cuantos días celebrando su despedida a base de castigar nuestro aparato digestivo y nuestra cuenta bancaria; soportando el acoso de papás noeles, anuncios de perfumes, cuñados y vendedores de lotería. Y es que pese a la crisis y contrariamente a lo que sería de esperar, los españoles parecemos estar contentos y festejamos derrochando optimismo y alegría, y como cada año por estas fechas, todo son felicitaciones y buenos deseos. Pero en vista de las enésimas medidas de ajuste que el gobierno tiene previsto aplicar en el 2013, lo de “... y próspero año nuevo” más que una felicitación parece un sarcasmo.