lunes, 6 de septiembre de 2010

17. Desencuentros

En este puente una mañana dos jubilados se cruzaron con una hembra joven, viuda y hermosa. “¡Ese culito, que no pase hambre!” – balbució a su paso el más verde de los viejos intentando hacerle un requiebro a la mujer. “Pero no serás tú quien le de de comer” – glosó malicioso su amigo. La chica les regaló una sonrisa a los dos y continuó su camino. Los dos viejos hicieron lo mismo, uno por la derecha, el otro por la izquierda. Ya no pasean juntos. El otoño tiene estas cosas.

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