viernes, 28 de marzo de 2014

200. Nostalgias

Hay en A Coruña dos instituciones centenarias que echaron a andar en los albores del siglo XX, allá por el año 1906. Una es un club de fútbol, Deportivo de La Coruña, la otra, Hijos de Rivera, una fábrica de cerveza. En los últimos años estas dos instituciones han decidido caminar de la mano, pues la marca Estrella de Galicia figura en el pectoral de las camisetas blanquiazules del Dépor. Pero en mi biografía (como en la de tantos otros deportivistas) ha sido así desde muchísimo antes, pues en un pasado cada vez más lejano, tanto uno como otra, han sido causa y/o consuelo de incontables penas y alegrías.

199. fotohaiku nº 27









esa alcoba
es el último oasis
en el desierto

viernes, 21 de marzo de 2014

198. Vándalos

De un tiempo a esta parte en España uno tiene la sensación de estar viviendo en un país de broma. Es como si con el estallido de la crisis de golpe nos hubiésemos despertado de un plácido sueño y nos hubiésemos dado de bruces con una realidad extraña y sorprendente, una realidad más propia de una película de los hermanos Marx que de un país civilizado y serio. En su afán por devolverle a la madre patria el esplendor del pasado, nuestros gobernantes no dejan de hacer reformas: tocan por aquí, retocan por allí; cortan por un lado y recortan por el otro; revocan leyes e imponen otras nuevas (que en realidad son ya muy viejas), casi siempre leyes que restringen derechos y libertades, pero que, según ellos, son imprescindibles para adaptar España a los nuevos tiempos. Pero esta no es tarea fácil, pues son legión los ciudadanos descontentos que se resisten a aceptar tanto cambio estéril e injusto. Entre estos ciudadanos descontentos hay auténticos vándalos que se dedican a boicotear constantemente el trabajo de los ministros, por ejemplo, acudiendo a todo tipo de manifestaciones, vistiendo camisetas con leyendas reivindicativas, escribiendo tonterías en sus blogs o deteriorando las señales de tráfico como la de la foto, a la que por las noches suelen arrancarle el cowboy por lo cual una semana sí y otra también es preciso reponerle el jinete.

Fotografía: Fernando Román Aréan

domingo, 9 de marzo de 2014

197. ¿Qué crisis?

Antes, mi dueño me sacaba un ratito nada más, el tiempo justo para orinar y después, hala, otra vez a casa. Apenas me hacía caso y siempre estaba hablando solo, con un cacharrito pegado a la oreja. Cuando yo quería jugar con León, el labrador nervioso; Atila, el beagle gordito o cuando quería echarme unas carreras con Cuca, la cocker presumida él me arrastraba a casa tirando de mí con la correa. La comida que me daba no me gustaba nada, todos los días esas galletitas color caca que sabían a pescado - con lo que odio el pescado. En cambio ahora, mi dueño ya no tiene el cacharrito ese de poner en la oreja, habla conmigo, viste ropa de hacer deporte y ya no me da patadas cuando le toco los pantalones con mis patas sucias, ni le molesta que lo olfatee. Ahora me saca a pasear por la mañana y también por la tarde, juega conmigo a 'tira la pelota y corre' y me hace cosquillitas en la barriga - me encanta. Cuando nos cruzamos con León, Atila o Cuca él siempre se para a hablar con sus dueños, y ellos hablan mucho de perros, pues ahora el campo que hay cerca de casa siempre está muy concurrido por perros de todas las razas y todos los tamaños. Algunos, en vez de jugar se pelean y se dan bocados, entonces sus dueños dejan de hablar y acuden corriendo a poner paz. Mi dueño habla mucho de mí, dice que está orgulloso, según él, porque soy una perra muy tranquila y muy obediente. Pero también habla mucho de otros dueños, unos dueños que nunca vienen por el campo, pero que él debe de conocer muy bien, pues se sabe sus nombres: Maiarno, Moronto, Llagardón, o algo así, y que deben de ser unos dueños muy mal educados y muy brutos, pues pretenden que otros recojan las caquitas que sus pitbull y sus doberman van dejando por ahí. Mi dueño siempre dice que es por culpa de esos dueños maleducados por lo que él ahora está siempre en casa y no gana dineros. Él lo dice como si fuese algo malo y lo llama crisis. Yo no sé lo que significa esa palabra, sólo sé que ahora vivo mucho mejor que antes: casi todos los días como comida caliente, muchas veces arroz con salsita y trocitos de carne, que siempre sabe distinto y huele muy bien, y paso mucho tiempo en el campo que hay cerca de casa jugando con mi dueño, con León, Atila, Cuca y también con otros perros y con los dueños de esos otros perros.

Idea original: Fidel Pérez Pena
Cásting: Adrián Pérez García

miércoles, 5 de marzo de 2014

196. fotohaiku nº 26








unicef brinda
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a tu conciencia