jueves, 2 de septiembre de 2010

13. Por los siglos de los siglos

Una fotografía puede ser un conservante ideal. Al igual que el aceite, el almíbar, la sal, las especias o cualquier otro conservante natural la fotografía conserva los alimentos, tanto crudos como cocinados, en perfecto estado. Y no sólo conserva productos alimenticios, o todo tipo de objetos, sino también sentimientos, ideas, deseos, frustraciones, etc. Además, gracias a la fotografía digital el período de conservación se prolonga casi ad infinitum, por lo que el tamaño, la forma y el color de los alimentos; la morfología, tonalidad y textura de los objetos fotografiados; así como la sinceridad de los sentimientos, la originalidad de las ideas, la intensidad de los deseos o la desazón de las frustraciones se pueden mantener en su estado original por los siglos de los siglos.

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