miércoles, 9 de febrero de 2011

27. Exclusión

Muchas veces la belleza, el orden y la armomía del conjunto nos impiden ver casos flagrantes de xenofobia, racismo, insolidaridad o cualquier otra forma de exclusión social.

lunes, 7 de febrero de 2011

26. Escalera de color

En cierto modo la fotografía es como el póquer, pues con mucha frecuencia ligar una buena jugada es como capturar una buena instantánea: en ambos casos el resultado final casi siempre es fruto de una buena estrategia, mucha intuición y una buena dosis de suerte. Y tanto el fotógrafo como el jugador de póquer saben cuando acaban de capturar una buena imagen o de ligar una buena jugada, antes incluso de que el primero tenga la oportunidad de ver la fotografía en el laboratorio de revelado o en la pantalla de la cámara digital o que el segundo le levante la solapa a los cinco naipes. El fotófrago sabe en seguida que acaba de hacer una fotografía irrepetible y el jugador de póquer que su doble pareja es una jugada ganadora; es algo instintivo, se intuye. Por ello pienso que ‘escalera de color’ es un título muy apropiado para esta fotografía.

martes, 1 de febrero de 2011

25. Estimado amigo

Estimado amigo pedante, osado opinador y crítico sin criterio:

tal como le había prometido, he aquí una fotografía que he rescatado de su subconsciente, de una carpeta en la que ponía ‘desmemoria’. La foto no se la he hecho yo, aunque muy bien pudiera haber sido obra mía, pues puede ser leída, entre otras, con una sintaxis cubista (no irá a negarme una cierta autoridad para hablar de ello). Ese busto de dos caras puede ser interpretado como una metáfora del ángel y el demonio que todos llevamos dentro; de esa dualidad de personalidades que tan bien refleja la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Pero también podría simbolizar la falsedad de las cosas que no son lo que parecen, como los políticos corruptos, los amantes infieles o los idiotas con pose de intelectuales. Pero no es mi intención hacer aquí leña del árbol caído, por lo menos no más de la estrictamente necesaria, y por ello quisiera añadir que esta fotografía también puede ser interpretada como una alegoría de esos momentos que todos tenemos en algún momento de nuestras vidas, en los que, sin saber cómo ni por qué, no nos reconocemos en la imagen que de nosotros muestra el espejo. En cualquier caso y volviendo al asunto que nos ocupa, respeto su derecho a pensar y opinar lo que le venga en gana y, por si le sirve de consuelo, le confieso que he leído cosas sobre mí y mi obra bastante más pedantes y osadas que las que ha vertido usted en el comentario a la fotografía 19 (¡vaya si las he leído!).

Un cordial saludo,
Pablo Ruiz Picasso