sábado, 7 de junio de 2014
207. Incorrección política
Esta
escultura,
que es un atentado contra todos los principios de la corrección
política, sigue coronando la fachada del Palacio de Rajoy, sede del
Ayuntamiento de Santiago de Compostela. Este ayuntamiento últimamente
no para de proporcionar titulares a los medios de comunicación de medio
mundo debido a los numerosos
casos de corrupción en que están implicados casi todos los miembros de
la corporación
municipal, incluido el propio alcalde. A pesar de que tras una cadena de
dimisiones
forzadas por sentencias judiciales ya sólo quedan el alcalde y su mano
derecha,
aquel sigue proclamando la normalidad de la
situación, apelando a la calma y desoyendo los
clamores, quejas y protestas de propios y extraños. De ahí que, a la vista de todo lo que está pasando dentro de ese palacio, uno observa la
escultura y no puede evitar identificarla con el alcalde: subido
en su caballo de mando y blandiendo su
espada para defenderse de los concejales de la oposición. De momento los vientos le son favorables, tal como se puede apreciar en la
bandera. - Una
bandera que, dicho sea de paso, a muchos nos suscita tantas buenas sensaciones
en las competiciones deportivas internacionales y tan malas cuando se trata de
actos de contendido político. A lo mejor habría que ir pensando en rediseñarla,
redefinirla, quizás mezclando los colores: nos quedaría un estupendo naranja, color representativo de un cítrico que es
del agrado de casi todos, pero esa ya es otra historia.
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