viernes, 23 de septiembre de 2011

57. La duda es bella

Cuando hablamos de safaris inmediatamente acuden a nuestra memoria estampas de una sabana africana salpicada de gacelas, jirafas, leones, hienas y rinocerontes. Mas no es preciso viajar tan lejos. A veces, muy cerca de nuestro lugar de residencia podemos encontrar entornos con sugerentes paisajes y una fauna visualmente muy atractiva, que ofrecen tanto al fotógrafo profesional como al aficionado un sinfín de posibilidades. Convencido como estaba de esta idea, el pasado mes de agosto me pasé toda una tarde intentando conseguir unas buenas fotografías de un toro bravo que deambulaba taciturno por un campo de naranjos. La verdad es que el animal imponía bastante y yo quizás no me acerqué lo suficiente, de ahí que el resultado final de mi safari fotográfico no es el que sería de esperar (seguramente que si Robert Capa o José Tomás tuvieran ocasión me lo reprocharían). Disparé esta foto porque me pareció descubrir al toro intentando esconderse detrás del ramaje de un árbol, pero tampoco podría asegurarlo con certeza. En cualquier caso, la duda es bella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario