59. Fotografía interactiva I
La sombra de
una figura humana posee un enorme
poder evocador y
expresivo,
tanto o
más que un buen retrato.
Se trata de
una figura incompleta e
indefinida,
una simple
silueta,
que el observador tendrá que completar, -
crear-, interactuando con ella desde su imaginación y
desde su experiencia:
sus ilusiones,
sus nostalgias,
sus miedos.
En primer lugar tendrá que dotar a
la silueta de
un rostro, y
éste precisará una expresión,
ésta a
su vez requerirá un estado de
ánimo,
el cual será fruto de
unas circunstancias,
circunstancias a las
que en su fuero interno el observador intentará buscar una justificación, ... y
así irá dando forma y
sentido a las
siluetas,
creando su propia imagen,
su propia historia. Y
en la retina de
cada observador el reflejo de
la figura humana, o
lo que es
lo mismo, de
la fotografía,
será diferente y
habrá tantas fotografías distintas como observadores.
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