viernes, 30 de septiembre de 2011

59. Fotografía interactiva I

La sombra de una figura humana posee un enorme poder evocador y expresivo, tanto o más que un buen retrato. Se trata de una figura incompleta e indefinida, una simple silueta, que el observador tendrá que completar, -crear-, interactuando con ella desde su imaginación y desde su experiencia: sus ilusiones, sus nostalgias, sus miedos. En primer lugar tendrá que dotar a la silueta de un rostro, y éste precisará una expresión, ésta a su vez requerirá un estado de ánimo, el cual será fruto de unas circunstancias, circunstancias a las que en su fuero interno el observador intentará buscar una justificación, ... y así irá dando forma y sentido a las siluetas, creando su propia imagen, su propia historia. Y en la retina de cada observador el reflejo de la figura humana, o lo que es lo mismo, de la fotografía, será diferente y habrá tantas fotografías distintas como observadores.

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