jueves, 25 de julio de 2013

168. Luto

Esta mañana al despertarme, prensa, radio y televisión me recordaron que lo que ayer vivimos en Santiago de Compostela no fue un mal sueño, sino una pesadilla cruel y real. Mientras desayunaba reparé en los programas de las fiestas que tenía encima de la mesa de la cocina y me volví a estremecer: el diseño del cartel de los fuegos me recordó el trazo de ciertos cómics del género de terror y las escalas de colores sobre fondo negro me sugirieron imágenes de luces de ambulancias, coches de policía y bomberos en la oscuridad. No es mi intención hacer aquí una crítica del diseño -ni es el momento ni lo creo necesario-, pues sé que son unas deducciones muy subjetivas fruto de mi estado de ánimo que hacen que vea en esos diseños algo premonitorio, como si estuviera escrito en el aire que una gran desgracia iba a suceder, como triste y lamentablemente así fue. Y poco más puedo decir. 

Desde aquí, que descansen en paz las víctimas y  a sus familiares y amigos mi más sentido pésame.

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