Es
reconfortante comprobar que existen parejas que, pasado el tiempo,
siguen unidas, queriéndose y soportándose; que a lo largo de los años han
sabido, quien sabe si por suerte o por habilidad, acoplarse de modo que las
aristas de uno no lastimen al otro, y que se ayudan mutuamente a sobrellevar el
paso del tiempo, ese ponderable que nunca avanza al mismo ritmo para todos y
siempre corre más de lo que uno quisiera.
Fotografía: Carmen Cunqueiro Suárez
Fotografía: Carmen Cunqueiro Suárez
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