Para no perder viejas costumbres, durante este período especial que estamos viviedo,
los cuatro miembros del colectivo Área3 Photo solemos quedar por vídeochat. Son
encuentros en los que hablamos muy poquito de fotografía y mucho de todo lo
demás. Nos tomamos una copita de vino, hablamos y nos reímos mucho. En la
quedada del último jueves, no sé cómo, pero uno de nosotros mencionó al grupo
terrorista alemán de los años 80, Baader-Meinhof, alguien dijo que ojo con lo
que se decía por whatsapp, pues hay quien sostiene que si repites determinadas
palabras relacionadas con el terrorismo, en algún remoto lugar del ciberespacio
salta una alarma y comienzan a grabar la conversación. Lo que siguió a este
comentario fue un auténtico relato de espías escrito a seis manos: Suena una alarma
como la de un submarino en zafarrancho de combate, numerosos agentes en camisa
de manga corta, corbata y gafas de pasta corren como locos por los pasillos de
la central de la CIA. La persona al mando, el teniente JPG Cleveland, convoca
un gabinete de crisis en la sala de juntas y pide que avisen inmediatamente a
la Casa Blanca y al Pentágono. Tiene un mapa de Europa desplegado sobre la mesa
y varios dosieres con fotos y papeles con el sello TOP SECRET. Colocando el
dedo índice sobre la capital de Galicia afirma de forma rotunda y categórica que
en Santiago de Compostela se está cociendo algo muy gordo. Al otro lado de la
mesa, un asesor, nieto de inmigrantes gallegos, Edward Lavandeira, piensa en un
centollo enorme. Debe pensarlo en voz alta, pues el teniente Cleveland lo fulmina
con la mirada. Pero prosigue, tiene una teoría. - Está muy claro, hace un par de
años esta célula de terroristas se reunió en Berlín, seguramente allí tienen
contactos con los grupos antisistema de Kreuzberg. Un año más tarde, en
Ámsterdam, muy probablemente para proveerse de drogas y cerrar algún trato con un
cártel colombiano con el que financiar el posible atentado. Y el año pasado
fueron localizados en Dublín. Es obvio que cuentan con el apoyo de alguna célula
dormida del IRA. Expone su teoría de corrido y, con las dos manos apoyadas
sobre la mesa, mira a sus asesores buscando su aprobación. Un asesor le recuerda que
la última reunión la han tenido en el Centro Niemeyer de Avilés y le pregunta cómo
encaja esa pista en su teoría. En ese momento interviene el agente Lavandeira para
informar que en esa parte de España hay un plato típico que es como una bomba.
Esta observación acaba de sacar al teniente JPG Cleveland de sus casillas y éste le
lanza al agente descendiente de gallegos un bramido de los suyos: - ¡Mister
Lavandeira, otro comentario como ese y le envío a Brasil a escribirle los
discursos al presidente Bolsonaro! Llegados a este punto del relato, ya se nos
había acabado el vino y se nos había hecho un poco tarde. Dos de los presentes
son médicos y tenían cara de cansados. Creo que a todos, pero especialmente ellos dos les vino muy bien
compartir una copita de vino y la sesión de risoterapia. Al día siguiente
tenían que volver a las trincheras, ellos y el resto del personal
sanitario son la infantería en esta guerra contra el coronavirus. Por eso esta
entrada va dedicada: Mucho ánimo, Concha y Javier.
PD: Tengo la sospecha de que el agente Lavandeira ya está en
su nuevo destino, pues en las últimas apariciones públicas las proclamas del
presidente de Brasil parece que son algo más comedidas.
(Foto: Colectivo Área3 Photo / https://area3photo.blogspot.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario