La última vez que me paré delante de una de estas casas encantadas me pareció ver unas sombras con un perfil un tanto peculiar, como si perteneciesen una a un torso masculino muy velludo, cuya cabeza estaba coronada por dos pequeñas protuberancias a la altura de la frente y otra a un cuerpo femenino desnudo y muy estilizado cuya espalda adornaban unas grandes alas de mariposa.
miércoles, 18 de mayo de 2011
40. Casas encantadas
La última vez que me paré delante de una de estas casas encantadas me pareció ver unas sombras con un perfil un tanto peculiar, como si perteneciesen una a un torso masculino muy velludo, cuya cabeza estaba coronada por dos pequeñas protuberancias a la altura de la frente y otra a un cuerpo femenino desnudo y muy estilizado cuya espalda adornaban unas grandes alas de mariposa.
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