lunes, 25 de abril de 2011

39. Coquetería

Desde que se erigió el edifico acristalado al lado de la iglesia, sus dos torres, a fuerza de verse reflejadas en los espejos, han descubierto el lado fashion de la vida. Se han vuelto presumidas y no paran de mirarse, de hacer poses, un juego frívolo que cada día les gusta más. Incluso ha surgido entre ellas una cierta rivalidad, sana, al principio. Y por si eso fuera poco, para disgusto mayúsculo y franciscano del abad, ahora casi todos los turistas prefieren fotografiar la coquetería reflejada en los espejos en vez de la monumentalidad y la austeridad del propio edifico religioso.

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