jueves, 1 de noviembre de 2018

367. Casa tomada


- Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
- ¿Estás seguro?
Asentí.
- Entonces –dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado. (1)

Un día empezó a ver personas extrañas por casa. Eso le producía muchísima angustia. El apartamento era demasiado pequeño para tanta gente. Era una situación desconcertante para ella, le originaba un gran estrés. A nosotros también, a mi padre, a mi hermano y a mí. Pero poco a poco, con el paso de los días y mucha paciencia acabamos acostumbrándonos todos a los nuevos inquilinos.


(1) Casa tomada; Julio Cortázar

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