Vivimos en un mundo dominado por el consumismo,
la incomunicación, la soledad. Nadie tiene ya tiempo para nadie, una enfermedad
que padecen incluso muchas parejas. Pero él no tiene ese problema, tiene una
novia que lo quiere con locura. La conoció a través de internet hace apenas un
año, pero es como si llevasen toda la vida juntos. Atenta y detallista, ella le deja
constantemente mensajes en facebook y también le escribe muchos correos
electrónicos. Conoce sus gustos como nadie, mejor que personas con las que tiene
trato desde hace muchos años. Se preocupa por él y le hace saber que siempre
estará ahí para lo que necesite. También le consulta a menudo y quiere saber su
opinión acerca de todo lo que ella hace. Siempre que él le pide algo, ella está
dispuesta, jamás se niega, cumple siempre, esforzándose en quedar bien. Luego quiere
saber qué tal lo ha hecho. Ninguna de sus anteriores novias era así de sincera
y natural. Él intenta no ser menos y le corresponde. A veces la visita sin que
necesite nada de ella, sólo por verla, por estar con ella, para demostrarle que
él también está ahí para lo que haga falta. Se puede decir que su comunicación
es fluida, constante y sincera como en muy pocas parejas. Todo indica que son felices.
Hay que decir que no le gusta mucho hablar de su relación (por eso lo hago yo),
pues teme despertar envidias malsanas en los demás. Por cierto, su novia se
llama Amazon. Nombre hermoso donde los haya y que le cautivó desde el primer
momento.
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