jueves, 13 de julio de 2023

495. Tipos

Con ocasión de una exposición de Fotoforum Compostela aproveché mis turnos de vigilancia para observar a los visitantes y tomar notas acerca de sus actitudes y comportamientos. En dos días conseguí elaborar una lista con una treintena de tipos diferentes. He aquí unos cuantos.

Alérgico.- Inquieto, nervioso, se mueve mucho. Se aproxima con recelo a las fotografías. Cambia constantemente de pose. Se rasca y se toca distintas partes del cuerpo: el mentón, la oreja, la ingle.

Castrense.- Presta atención a todas las fotos. Se planta firme delante de cada una de ellas. Las manos en la espalda y las piernas ligeramente separadas. Mira con gesto displicente como si estuviese leyendo la cartilla a un soldado.

Desafiante.- Va buscando pelea. Sólo se para delante de aquellas fotografías que no le gustan. Las mira con desdén y da la cabeza.

Enamorado.- Acude con su pareja. Ambos muestran mucho interés por la exposición. Se diría que están buscando alguna fotografía para incluir en una lista de bodas. No se ponen de acuerdo.

Esnob.- Parece estar haciendo tiempo. No se quita las Ray-Ban en ningún momento. Pasa de largo en la mayoría de las fotos. Especialmente ante las de tonos más oscuros.

Forense.- Se acerca mucho a las fotos. Se interesa por todos los detalles técnicos. Le vendría bien una lupa. Más que mirar o contemplar las fotos, las escudriña, las huele, saborea.

Frenético.- Pasa por la exposición a toda prisa. Está pendiente del whatsapp y del Facebook. Fotografía algunas fotos de forma, parece, aleatoria. Con la intención, supongo, de mirarlas con calma una vez en casa.

Frívolo.- Va en pareja, se para delante de la mayoría de las fotos. De todas hace algún comentario, sospecho que jocoso, pues su acompañante se ríe sin mucha discreción.

Indiferente.- Pasea arrastrando los pies y con las manos en los bolsillos. Realiza el recorrido completo. Pero cualquier cosa lo distrae: un ruido, un extintor, unos ojos azules. Es capaz de pasar ante tres o cuatro fotografías sin prestarle la más mínima atención.

Mayordomo.- Camina con paso solemne a poca distancia de las fotografías. Su mirada es analítica, como si estuviese comprobando la pulcritud y brillo de los marcos y que estos estén correctamente alineados.

Nihilista.- Acude acompañado, se planta en una esquina de la sala con los brazos cruzados y la mirada perdida. Espera pacientemente que su acompañante termine de mirar todas las fotos y el calzado de los de visitantes.

Padre.- Se hace acompañar de su hija de unos seis o siete años. Ambos deambulan por la sala como por un centro comercial. Él sólo muestra interés por las fotografías que le señala la niña.

Penitente.- Se detiene ante cada una de las fotografías, con sentimiento, respeto y devoción. Cual cofrade en un vía crucis.

Perezoso.- Descubre que un vídeo muestra en bucle las mismas fotografías que están expuestas y opta por ver la exposición sentado en una silla de tijera.

Polizón.- Entra en la sala asustado y timorato. Se siente muy lejos de su zona de confort. Teme molestar a alguien o que alguien le recrimine por algo o, quien sabe, le robe la cartera. Todo el tiempo que permanece allí está al acecho. Las pocas fotografías que ve las mira por el rabillo del ojo.

Profesional.- Sólo se acerca a ver unas cuantas fotografías, con más curiosidad que interés. Cuesta hacer conjeturas acerca del criterio de selección.

Respetuoso.- Se mueve por la sala como si se encontrase en un tanatorio. Parece que va buscando a los familiares del fotógrafo para darle el pésame o, en su defecto, la enhorabuena.

Sigiloso.- Casi pasa desapercibido, pero su caminar felino lo delata. Se mueve por el recinto como si estuviese buscando algo: una obra que poder llevarse, el cuarto de baño o un lugar discreto en el que montar su propia exposición clandestina. Es, de todos, el tipo con el que más me identifico.

Ahora que lo pienso, la actitud con la que todos estos tipos pasan por una exposición fotográfica, no creo que difiera mucho de la actitud con la que transitan por la vida.

                                                                              

3 comentarios:

  1. Es, para mí, como la exposición de un microcosmos.
    Las personalidades de una sociedad reunidas en una pequeña ciudad
    .invisible a ojos de muchos bien tan circundan pero accesible al sentimiento de quien la escruta.

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    1. Gracias a ti, Javier, por tus comentarios siempre tan acertados y generosos

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  2. Gracias por este trabajo que nos ayuda a entender, en cierto modo, cómo somos

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