viernes, 1 de octubre de 2010

20. No entiendo nada

¡Todo el mundo al suelo, esto es un atraco! El del fondo, ese que está tatareando "la cabalgata de las valquirias" que saque las manos de los bolsillos, que no está el horno para bollos. Coño, que estoy desde esta mañana sin cenar y ya van a dar las tres. ¡Qué calor hace aquí, no? ¡Qué sabrás tú de calor! Para calor el de Ammergau, cuando no hace frío. Y eso que allí suele llover mucho. Hablando de llover, si alguien tiene que ir al baño que lo diga ahora o calle para siempre, que después aquí no se mueve ni dios. Bueno, empezamos: ¡Borja dale caña a ese acordeón, como tú sabes! Oye, que esto no suena ni a tiros. ¡Ojito con las pistolas que las carga el diablo! ¡Alma de cántaro, no me refiero a la pipa, sino al acordeón! A mi no me hables en ese tono. Eso no se lo consiento ni a mi jefe, al que viste sólo camisas a rombos y de marca. ¿Ese? dicen que tiene mucha mano izquierda. Sí, es un onanista de mucho cuidado. A todo esto, ¿te has fijado en el escote de la cajera? Déjate de escotes y de cajeras y atiende al acordeón, que bastante tienes con amenizar el garito. Y déjame un momento las llaves del coche que me he dejado la gomina en la guantera. Pues si que está buena, la tía, sí. ¡Oye, y de paso coge los pasamontañas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario