viernes, 9 de diciembre de 2011

67. Crisis

Poco tiempo después de la reunificación en 1990, Alemania se vio inmersa en una fuerte crisis económica, de la que aún queda alguna que otra secuela. Igual que el chico de la foto, fueron muchos los afortunados –de poder trabajar- que tuvieron que aceptar trabajos poco estimulantes y, lo que es peor, mal remunerados. Por nuestros lares a día de hoy la cosa pinta igual de mal o incluso peor, por lo que en los años venideros tendremos que apretarnos el cinturón y echarle mucha imaginación y mucho sacrificio para poder llegar a fin de mes. Si los alemanes tardaron tantos años en superar la crisis, ¿cuánto no tardaremos nosotros?
No sé qué habrá sido de este vendedor de salchichas del Alexanderplatz berlinés, pero ateniéndome a la estadística me atrevería a decir que hoy día tiene un trabajo decente y medianamente bien remunerado; separa los residuos orgánicos del papel, vidrio, plástico y aluminio; conduce un utilitario de segunda mano; está divorciado; veranea en Mallorca; sufre problemas de colesterol; es hincha del Hertha de Berlín y da su voto a esos políticos que proclaman que los alemanes trabajan como negros para que griegos, portugueses y españoles puedan vivir sin dar palo al agua.

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