Antiguamente la gente acudía, por lo menos una vez en la
vida, al estudio de un fotógrafo para hacerse un retrato individual o de
familia. Estos retratos posados solían hacerse en un decorado y rodeados de
todo tipo de atrezo: columnas jónicas de escayola, búcaros de flores de
porcelana barata o arcos románicos de cartón piedra. No pocas veces los lienzos
del decorado mostraban escenarios reconocibles: pirámides egipcias, paisajes
alpinos o murallas chinas. Pero hoy día todo se ha popularizado: ya no precisamos
acudir a un profesional para hacernos un retrato y para inmortalizarnos ante
una maravilla del mundo compramos un billete de avión en una compañía low cost,
viajamos a un lugar exótico, nos plantamos delante del monumento más
representativo del lugar y nos hacemos un selfie. A veces pienso que, a pesar
de todo los adelantos y de todo el progreso, en el fondo las cosas no han
cambiado tanto.miércoles, 28 de junio de 2017
313. Retratos low cost
Antiguamente la gente acudía, por lo menos una vez en la
vida, al estudio de un fotógrafo para hacerse un retrato individual o de
familia. Estos retratos posados solían hacerse en un decorado y rodeados de
todo tipo de atrezo: columnas jónicas de escayola, búcaros de flores de
porcelana barata o arcos románicos de cartón piedra. No pocas veces los lienzos
del decorado mostraban escenarios reconocibles: pirámides egipcias, paisajes
alpinos o murallas chinas. Pero hoy día todo se ha popularizado: ya no precisamos
acudir a un profesional para hacernos un retrato y para inmortalizarnos ante
una maravilla del mundo compramos un billete de avión en una compañía low cost,
viajamos a un lugar exótico, nos plantamos delante del monumento más
representativo del lugar y nos hacemos un selfie. A veces pienso que, a pesar
de todo los adelantos y de todo el progreso, en el fondo las cosas no han
cambiado tanto.
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