martes, 7 de abril de 2020

414. Una de espías


Para no perder viejas costumbres, durante este período especial que estamos viviedo, los cuatro miembros del colectivo Área3 Photo solemos quedar por vídeochat. Son encuentros en los que hablamos muy poquito de fotografía y mucho de todo lo demás. Nos tomamos una copita de vino, hablamos y nos reímos mucho. En la quedada del último jueves, no sé cómo, pero uno de nosotros mencionó al grupo terrorista alemán de los años 80, Baader-Meinhof, alguien dijo que ojo con lo que se decía por whatsapp, pues hay quien sostiene que si repites determinadas palabras relacionadas con el terrorismo, en algún remoto lugar del ciberespacio salta una alarma y comienzan a grabar la conversación. Lo que siguió a este comentario fue un auténtico relato de espías escrito a seis manos: Suena una alarma como la de un submarino en zafarrancho de combate, numerosos agentes en camisa de manga corta, corbata y gafas de pasta corren como locos por los pasillos de la central de la CIA. La persona al mando, el teniente JPG Cleveland, convoca un gabinete de crisis en la sala de juntas y pide que avisen inmediatamente a la Casa Blanca y al Pentágono. Tiene un mapa de Europa desplegado sobre la mesa y varios dosieres con fotos y papeles con el sello TOP SECRET. Colocando el dedo índice sobre la capital de Galicia afirma de forma rotunda y categórica que en Santiago de Compostela se está cociendo algo muy gordo. Al otro lado de la mesa, un asesor, nieto de inmigrantes gallegos, Edward Lavandeira, piensa en un centollo enorme. Debe pensarlo en voz alta, pues el teniente Cleveland lo fulmina con la mirada. Pero prosigue, tiene una teoría. - Está muy claro, hace un par de años esta célula de terroristas se reunió en Berlín, seguramente allí tienen contactos con los grupos antisistema de Kreuzberg. Un año más tarde, en Ámsterdam, muy probablemente para proveerse de drogas y cerrar algún trato con un cártel colombiano con el que financiar el posible atentado. Y el año pasado fueron localizados en Dublín. Es obvio que cuentan con el apoyo de alguna célula dormida del IRA. Expone su teoría de corrido y, con las dos manos apoyadas sobre la mesa, mira a sus asesores buscando su aprobación. Un asesor le recuerda que la última reunión la han tenido en el Centro Niemeyer de Avilés y le pregunta cómo encaja esa pista en su teoría. En ese momento interviene el agente Lavandeira para informar que en esa parte de España hay un plato típico que es como una bomba. Esta observación acaba de sacar al teniente JPG Cleveland de sus casillas y éste le lanza al agente descendiente de gallegos un bramido de los suyos: - ¡Mister Lavandeira, otro comentario como ese y le envío a Brasil a escribirle los discursos al presidente Bolsonaro! Llegados a este punto del relato, ya se nos había acabado el vino y se nos había hecho un poco tarde. Dos de los presentes son médicos y tenían cara de cansados. Creo que a todos, pero especialmente ellos dos les vino muy bien compartir una copita de vino y la sesión de risoterapia. Al día siguiente tenían que volver a las trincheras, ellos y el resto del personal sanitario son la infantería en esta guerra contra el coronavirus. Por eso esta entrada va dedicada: Mucho ánimo, Concha y Javier.


PD: Tengo la sospecha de que el agente Lavandeira ya está en su nuevo destino, pues en las últimas apariciones públicas las proclamas del presidente de Brasil parece que son algo más comedidas.

(Foto: Colectivo Área3 Photo / https://area3photo.blogspot.com)




lunes, 6 de abril de 2020

413. Inmortalidad


Esa manía de querer guardar objetos personales, todos sin duda con un gran valor sentimental para el/la coleccionista, no es sino otro intento más, desesperado e inútil, de no morir del todo cuando nos muramos.

412. Caos y justicia


Hay muchas frases que pasaron a la historia, aunque no esté documentado que el presunto autor las pronunciase. Suenan tan literarias y solemnes que a muchos nos plantean serias dudas. Cuesta creer que Julio César dijese aquello de "Alea jacta est" antes de cruzar el Rubicón. Le pegaría más una expresión taurina del tipo “De esta o salgo a hombros o con los pies por delante”. Tampoco me creo que la madre de Boabdil recriminase a su hijo con el célebre reproche “Llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre”. Hay que ser muy mala madre para decirle eso a un hijo que acaba de perder un reino como el de Granada. De decir algo, pienso que sería algo así como “Anda, tira para casa, que eres un inútil”. A Goethe también se le atribuye alguna frase que no está documentada (y en este caso no es por falta de textos escritos, pues su legado es enorme). La más conocida es esa que dice que Europa se construyó sobre el Camino de Santiago (la tenemos esculpida en piedra y en varios idiomas a la entrada del casco histórico de Compostela). Pero en estos caos, como dijo Giordano Bruno, se non è vero, è ben trovato. Luego hay otras frases que aunque estén documentadas, son mal interpretadas al sacarlas de contexto. Una muy conocida, también de Goethe, reza: "Prefiero cometer una injustica al desorden" (… ich will lieber eine Ungerechtigkeit begehen als Unordnung ertragen). Llevo años intentando entender esta frase, con y sin el contexto en el que la escribió el gran escritor alemán, y sigo sin tener muy claro si la he entendido bien. Por mi forma de pensar y sentir, de tener que elegir, sería más proclive al caos y la justica. Pero hay momentos como el que estamos viviendo actualmente, donde todos tenemos que ser muy ordenados y disciplinados para atajar el avance de la pandemia del coronavirus, en los que parece que la frase para mí empieza a adquirir cierto sentido. Y para muestra un botón, en forma de fotografía (todo un monumento a la organización y el orden). Si ahora mismo me preguntasen si concuerdo con la frase de Goethe, respondería a la gallega, es decir, depende.

(Foto: Emilio González)