lunes, 29 de mayo de 2017

308. Obsolescencia programada

Mirándolo bien, es decir con ojo de cerrajero viejo, el candado de la fotografía está claro que no resiste dos inviernos. Y es que en el amor, como sucede con muchos electrodomésticos y otros bienes de consumo, parece que la obsolescencia viene programada.

307. Diálogo

En los últimos tiempos la vida política española ha degenerando hasta límites inimaginables. Los líderes de los principales partidos se encuentran en un callejón sin salida, enrocados en planteamientos interesados, cortoplacistas e irresponsables. En vez de mirarse a la cara y buscar soluciones, viven de espaldas unos de otros; como mucho se miran de refilón y con recelo. En vez de mostrar iniciativas parece que están esperando a no se sabe muy bien qué, quizás a que un golpe de fortuna, una directriz europea o un mandato divino ponga remedio y sentido. A nivel regional, o incluso local, las cosas no están mejor, basta una simple mirada a la disposición de estos bancos en un pequeño vecindario para constatar lo difícil que es hoy día iniciar cualquier tipo de diálogo.

miércoles, 8 de marzo de 2017

306. Visibilidad

¿Me puedes explicar, Homero, por qué una mujer tan bella, maravillosa y estupenda, por cuya belleza aqueos y troyanos se enzarzaron durante más de una década en una guerra, como todas las guerras, trágica y absurda, no tiene una mayor presencia en tu poema? Entiendo que la Ilíada es una obra que hay que entender en su contexto y sé que se trata de una epopeya concebida para mayor gloria de dioses y héroes. Pero, hombre, aparte de esa brevísima y plañidera intervención en la que Helena lamenta la pérdida de Héctor, podías haberle concedido algunas frases más con las cuales nos podría haber hablado algo de sí misma, y no sólo de su cuñado. Nos podía haber hablado, por ejemplo, de lo que opinaba ella de todo el lío que se montó, en teoría, por su culpa. Vamos, que podrías haberla hecho un poco más visible, digo. 

martes, 7 de marzo de 2017

305. Primer mundo

En el tercer mundo, pongamos por caso en el altiplano de un país andino, en una aldea de una república subsahariana o en un recóndito poblado a los pies de la cordillera del Himalaya, esta simple y solitaria pieza de plástico puede ser mucho más que eso. Puede convertirse en cualquier cosa y mucho más, puede volverse una bota de fútbol, un barco a vapor, el camión de Médicos sin Fronteras, un generador eléctrico, una fábrica de harinas, una caja de lápices de colores, un avión de suministros, una planta potabilizadora de agua, el palacio de un príncipe, el podio de unos juegos olímpicos, una escuela, un teléfono móvil, una caja mágica capaz de convertir las piedras en chocolate y tantas cosas más. En el primer mundo, en cambio, tengo la sensación de que sólo es una inútil pieza de Lego que no sirve para nada. Como mucho, y siempre y cuando que se consiguiesen reunir algunas piezas más, serviría para construir un muro.

304. Sonrisa salvadora

En la entrada nº 291 (6 de junio del 2016), se daba cuenta de la historia de una sonrisa que evitaba que un hombre solitario se tirase desde un quinto piso. No conozco a ninguno de los dos protagonistas de aquella historia, pero el pasado fin de semana, poniendo orden en mi archivo fotográfico me topé con esta imagen y no sé muy bien por qué, pero se me antojó que la sonrisa salvadora bien podría parecerse a ésta.

sábado, 21 de enero de 2017

303. Oscuridad

Hasta que no enciendes una luz no eres consciente de la dimensión que tiene la oscuridad que te rodea.

302. Álbum de fotos

En Navidad se prodigan las reuniones familiares y con amigos durante las cuales se evocan numerosas vivencias del pasado. Se trata de vivencias que conforman una especie de memoria compartida, una base de datos común. Y claro, unos más y otros menos, pero todos nos emocionamos e intentamos, felices y contentos, aprovechar estas reuniones para actualizar nuestras propias bases de datos, nuestras propias memorias, como quien repone las imágenes que se habían ido cayendo de su álbum fotográfico. Pero al reponer esos datos, recuperados de esa memoria compartida, uno comprueba descorazonado cómo el paso del tiempo ha ido restando volumen, brillantez y definición a todos esos recuerdos.