jueves, 16 de febrero de 2012

77. La mirada invisible

A pesar de carecer de rostro, esta mujer nos mira a todos y cada uno de los que pasamos por delante de su escaparate. Con su pose erguida y su elegante caída de sombrero, a mitad de camino entre dama distinguida y femme fatale, nos mira con una mezcla de indiferencia e interés, atrayendo nuestra atención como si se tratara de una sirena dentro de una pecera. Y a quienes cometemos la temeridad de responder a su mirada invisible nos inocula un peligroso virus del que no seremos conscientes hasta que el día menos pensado nos sorprendamos hurgando en los cajones de oportunidades de cualquier tienda de ropa o complementos. Tengan mucho cuidado ahí fuera, que este virus es muy peligroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario