lunes, 27 de junio de 2016

294. Selfie


Uno pertenece a esa generación de personas (por lo demás, bendita generación) que, por una parte, somos aun demasiado jóvenes como para prescindir de las nuevas tecnologías, pero por otra somos demasiado mayores para seguir el ritmo y estar al día en cuestiones de innovación tecnológica. Circunstancia ésta que acarrea grandes inconvenientes, pues quita mucho tiempo, genera frustración, estrés y no pocas veces da lugar a situaciones más o menos embarazosas. Me viene ahora a la memoria la primera vez que escuché la palabra selfie, en boca de una amiga muy mona que acababa de romper con su novio. Quedamos para tomar unas cañas, hablamos durante horas de lo divino y lo humano y al final de la noche, cuando nos disponíamos a abandonar el último bar, ella propuso que nos hiciésemos un selfie. Yo era la primera vez que escuchaba aquel neologismo y me imaginé que bien podría tratarse de una nueva manera de tener relaciones sexuales entre amigos, sin correr riesgos, o algo así y le respondí con una frase de libro: ¿en tu casa o en la mía? Mi amiga interpretó mi respuesta como una ocurrencia ingeniosa y se rió como no lo había hecho en toda la noche. Huelga decir que ni se me pasó por la cabeza confesarle que lo mío no había sido agilidad mental, sino simple ignorancia.

1 comentario: