miércoles, 18 de junio de 2014

211. Cita

"Es de muy mal gusto, en cierto modo incluso obsceno, citarse a uno mismo. Casi siempre es síntoma de escasa erudición o vanidad excesiva”

José Manuel Pérez Pena

210. Apoyos

En muchas relaciones familiares, de pareja o amistad con frecuencia resulta difícil saber quién apoya a quién y rara vez las cosas son lo que parecen.


domingo, 15 de junio de 2014

209. Idiomas y contextos

En España tuvimos un rey cuyo reinado suele destacarse en los libros de historia como una época de esplendor cultural y poderío político mundial. El rey, de origen alemán, era políglota, pragmático y metódico. Cuentan que este rey,  que se llamaba Carlos, hablaba con Dios en español, de política parlamentaba en francés, de amor lo hacía en italiano y el alemán lo reservaba para comunicar con los caballos. Es, por lo tanto, muy probable que en algún momento de su biografía personal o política haya pronunciado frases como “tengo tantas dudas, ahora es cuando más te necesito”,  ce n’est pas ma guerre”,  mi dispiace molto, non succederà più”, “halte still, meine Schöne, ansonsten kann ich dich nicht besteigen(1). Nuestro actual rey, Juan Carlos I, se jubila y los manuales de historia contarán que su reinado, es justo reconocerlo, coincidió con la época de convivencia democrática y pacífica más duradera de la historia de España, época durante la cual los ciudadanos de este país gozamos de unas libertades, progreso y bienestar social nunca antes vistos. Es el actual también un rey políglota, probablemente también bastante pragmático, pero desconozco si metódico. En cualquier caso y puestos a especular, es muy probable que a lo largo de su reinado haya tenido ocasión de repetir alguna de las frases de su antecesor en el cargo quinientos años antes. Aunque quizás combinando idioma y contexto a su manera, por ejemplo teología y francés, política e italiano, equitación y español y, por qué no, amor y alemán. Otras combinaciones también son posibles.


(1)  “Estate quieta, bonita, de lo contrario no podré montarte”

sábado, 7 de junio de 2014

208. fotohaiku nº 30









y de repente
un día cualquiera, va
y sale el sol

207. Incorrección política

Esta escultura, que es un atentado contra todos los principios de la corrección política, sigue coronando la fachada del Palacio de Rajoy, sede del Ayuntamiento de Santiago de Compostela. Este ayuntamiento últimamente no para de proporcionar titulares a los medios de comunicación de medio mundo debido a los numerosos casos de corrupción en que están implicados casi todos los miembros de la corporación municipal, incluido el propio alcalde. A pesar de que tras una cadena de dimisiones forzadas por sentencias judiciales ya sólo quedan el alcalde y su mano derecha,  aquel  sigue proclamando la normalidad de la situación, apelando a la calma y desoyendo los clamores, quejas y protestas de propios y extraños. De ahí que, a la vista de todo lo que está pasando dentro de ese palacio, uno observa la escultura y no puede evitar identificarla con el alcalde: subido en su caballo de mando y blandiendo su espada para defenderse de los concejales de la oposición. De momento los vientos le son favorables, tal como se puede apreciar en la bandera. - Una bandera que, dicho sea de paso, a muchos nos suscita tantas buenas sensaciones en las competiciones deportivas internacionales y tan malas cuando se trata de actos de contendido político. A lo mejor habría que ir pensando en rediseñarla, redefinirla, quizás mezclando los colores: nos quedaría un estupendo naranja, color representativo de un cítrico que es del agrado de casi todos, pero esa ya es otra historia.

sábado, 24 de mayo de 2014

206. Reflexionando

Mañana domingo, por fin, tenemos elecciones al parlamento de la Unión Europea. Digo 'por fin', porque llevamos un par de semanas escuchando a políticos repetir automática y machaconamente las mismas palabras vacías de contenido, los mismos lugares comunes y las mismas mentiras de siempre. Cualquier trilero de esos que intentan timarte unos billetes con sus juegos de cartas o con sus cubiletes en las zonas peatonales concurridas tiene un discurso mucho más hábil e inteligente que la mayoría de nuestros candidatos. En general, el circo que acostumbran a montar los políticos españoles en época electoral a mi siempre me trae a la memoria una película que vi hace muchos años, “La parada de los monstruos” creo que se titulaba, y que me impresionó mucho. Igual que entonces, hoy tampoco sabría decir cuál de todos los personajes es más patético o cuál de ellos me inspira más miedo. Pero en España la víspera de una jornada electoral se considera jornada de reflexión y eso sí hay que respetarlo, son las reglas del juego, y un servidor es lo que va a hacer: se sentará delante de su ordenador a ver esta fotografía y reflexionará, vaya si reflexionará, todo lo que pueda.

viernes, 9 de mayo de 2014

205. Noches compostelanas

En la noche compostelana uno puede toparse con políticos orondos luciendo billetera, tipo y rólex en los bares de moda; con candidatos a sacerdote poniendo a prueba su vocación entre anatomías de toda índole; con turistas exterminadores de marisco con cara de haber sido víctimas de un timo; con chicas jóvenes que al pasar parece que cosen las losas al suelo con sus tacones de aguja; con porteros de discoteca con aspecto de no haber roto nunca un plato y también de los otros; con lobos solitarios y gregarios que buscan ovejas descarriadas en los bares de siempre; con alcohólicos anónimos y agresivos camuflados entre bebedores ocasionales; con mendigos montando sus saloncitos a la entrada de una sucursal bancaria; con peregrinos despistados buscando la puerta que conduce al paraíso; o con fotógrafos que parecen espiar a su vecina por la mirilla, pero en realidad se observan a sí mismos en la mirada de los otros; - y con profesores de los que tienen respuesta para todo; con vicerrectores extasiados; con taxistas más leídos que un notario; con tunos fosilizados y perdidos en el tiempo; con agentes inmobiliarios y del orden; con taxidermistas sin talento; con recepcionistas de hotel que no se llevan con su suegra; con sepultureros enganchados al anime y al manga; con barrenderos letraheridos expertos en Benedetti; con monjitas inmortalizándose en un selfie; con hipsters compungidos manipulando su ipod como si estuviesen intentando abortar un ataque nuclear; o con abuelitas regresando de adorar a alguna Virgen, que tendrían mil razones para quejarse de su suerte mas sin embargo no lo hacen; - y también con caballeros de muy triste figura; con escritores con barba de chivo expiatorio; con enanos trillizos que se llaman todos Alfredo plantados ante un edificio que antes no existía; con campanadas estremecedoras que abren brecha entre la bruma para dejar a la vista calles que no llevan a ninguna parte; con sombras alargadas que no cumplen con las espectativas creadas; - y, por supuesto, también con luces, muchas luces; luces mortecinas que irremediablemente acabarán ahogándose en un charquito de agua.