miércoles, 5 de septiembre de 2012

103. Yermo

La pendiente del terreno que aparece en la fotografía y las líneas pintadas en el suelo, así como el edificio al fondo recuerdan un poco a algunos viñedos gallegos (Ribeira Sacra, Ribeiro, Rías Baixas, etc.) con las cepas perfectamente alineadas y el pazo-bodega al fondo. En invierno las cepas están secas y los viñedos parecen terrenos yermos, sin vida. Aquí la explanada sin automóviles, para los que en definitiva fue concebido este espacio, también presenta ese aspecto desangelado, inútil e improductivo. Mas todos sabemos que los viñedos con la llegada de la primavera reviven y tiene lugar el milagro, que comienza con los primeros brotes verdes que despuntan en las cepas y remata con un buen caldo en una botella debidamente etiquetada. Pero el terreno de la fotografía parece inmune a los milagros de la naturaleza, pues son ya varias las primaveras y veranos que han pasado y las cosechas de automóviles siguen brillando por su ausencia.

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